Un día en el mundo de la música...
26 de marzo de 1827 fallece Ludwig van Beethoven.
Ludwig van Beethoven, nació en Bonn
(Alemania), el 16 de diciembre de 1770. Fue un compositor, director de orquesta
y pianista. Su legado musical abarca, cronológicamente, desde el período
clásico hasta inicios del romanticismo musical. Es uno de los compositores más
importantes de la historia de la música y su legado ha influido de forma
decisiva en la música posterior.
Considerado el último gran
representante del clasicismo vienés (después de Christoph Willibald Gluck,
Joseph Haydn y Wolfgang Amadeus Mozart), Beethoven consiguió hacer trascender
la música del romanticismo, influyendo en diversidad de obras musicales del
siglo XIX. Su arte se expresó en numerosos géneros y aunque las sinfonías,
fueron la fuente principal de su popularidad internacional, su impacto resultó
ser principalmente significativo en sus obras para piano y música de cámara.
Su producción incluye los géneros
pianísticos (treinta y dos sonatas para piano), de cámara (dieciséis cuartetos
de cuerda, siete tríos, diez sonatas para violín y piano), vocal (lieder y una
ópera: Fidelio), concertante (cinco conciertos para piano y orquesta, uno para
violín y orquesta), dos misas (la Missa Solemnis Op. 123 en re mayor) y
orquestal (nueve sinfonías, oberturas, etc.), entre las que se encuentra el
ciclo de las Nueve Sinfonías, incluyendo la Tercera Sinfonía, también llamada
Eroica, en mi bemol mayor, la Quinta Sinfonía, en do menor y la Novena
Sinfonía, re menor (cuarto movimiento está basado en la Oda a la Alegría,
escrita por Friedrich Von Schiller en 1785.
Familia.
La familia de Ludwig van Beethoven
vivía bajo condiciones modestas. Su abuelo paterno, llamado también Ludwig
(Malinas, 1712 – 1773), era descendiente de una familia de campesinos y
granjeros originarios de Brabante, en la región de Flandes (Bélgica), que se
trasladaron a Bonn en el siglo XVIII. La partícula van de su nombre contrario a
lo que pudiere creerse, no posee orígenes nobles, mientras Beethoven
probablemente pudo haberse derivado de Betuwé, una localidad de Lieja, aunque
otra hipótesis apunta a que el apellido proviene de Beeth, que quiere decier
remolacha y Hoven, que es el plural de Hof, que significa granja. De esta
forma, “Beethoven” vendría a significar “granjas de remolachas”.
En marzo de 1773, su abuelo emigró a
Bonn, en donde trabajó como director y maestro de capilla de la orquesa del
príncipe elector de Colonia. El 17 de septiembre, de ese mismo año, congtrajo
matrimonio con María Josepha Phall, cuyos testigos fueron el organista van den
Aeden y Johann Riechler. Su hijo y padre de Beethoven, Johann van Beethoven
(1740 – 1792) era músico y tenor de la corte electoral. El 12 de noviembre de 1767,
Johann se casó en la iglesia de San Remigio en Bonn con Maria Magdalena
Keverich (19 de diciembre de 1746 – 1787), una joven viuda e hija de un
cocinero de Tréveris. Por ese motivo, el matrimonio de sus padres contó con la
oposición de su abuelo, que por aquel entonces ya era el prestigioso maestro de
capilla de la corte y consideraba a la joven de una clase social inferior a la
de su hijo.
El matrimonio se trasladó al No. 515
de la calle Bonngasse y dos años después, en 1769, nació su primer hijo, bautizado
como Ludwig Maria van Beethoven. Sin embargo, apenas seis días después de su
bautizo, el niño falleció. El 17 de diciembre de 1770, fue bautizado su segundo
hijo, Ludwig van Beethoven, en la iglesia de San Remigio de Bonn, con el nombre
de “Ludovicus van Beethoven”, según se describe en el acta de bautismo. Su
fecha de nacimiento, generalmente aceptada como el 16 de diciembre de 1770, no
cuenta con documentación histórica que pueda respaldarla. Maria Magdalena tuvo
cinco hijos más, de los que sólo sobrevivieron dos: Kaspar Anton, Karl van
Beethoven, bautizado el 8 de abril de 1774, y Nikolaus Johann van Beethoven,
bautizado el 2 de octubre de 1776. Los biógrafos no tiene claras las fechas de
nacimiento exactas de ninguno de los hijos de Maria Magdalena Keverich.
Primeros años de vida.
El padre de Beethoven estaba muy impresionado por el hecho de que Wolfgang
Amadeus Mozart diese conciertos a los siete años y quería que su hijo siguiera
sus pasos. Con la intención de hacer de Ludwig un nuevo niño prodigio, comenzó
a enseñarle piano, órgano y clarinete a temprana edad. Sin embargo, el estudio
musical coartó el desarrollo afectivo del joven, que apenas se relacionaba con
otros niños. En mitad de la noche, Ludwig era sacado de la cama para que tocara
piano a los conocidos de Johann, a quienes quería impresionar, esto causaba que
estuviera cansado de la escuela. Ya era casual que dejara de asistir a clases y
se quedara en casa para practicar música.
El padre era alcohólico, lo que supuso
que perdiera el puesto de director de la orquesta de Bonn <<puesto
heredado de abuelo Ludwig>>, y la madre estaba frecuentemente enferma.
Aunque la relación con Johann fuera más bien distante, Ludwig amaba mucho a su
madre, a la que denominaba su mejor amiga.
El 26 de marzo de 1778, cuando tenía
siete años, Beethoven realizó su primera actuación en público en Colonia. Su
padre afirmó que la edad de Ludwig era de seis años, para destacar, de esta
manera, la precocidad de su hijo; por ello, siempre se creyó que Beethoven era
más joven de lo que en realidad. Debido a que el talento musical y pedagógico
de su padre era limitado, Ludwig comenzó a recibir clases de otros profesores.
Sus avances fueron significativos, sobre todo en la interpretación del órgano y
la composición, guiado por músicos experimentados como Christian Gottlob Neefe.
Neefe fue un profesor muy importante e influyente en su instrucción y supo
valorar inmediatamente el nivel excepcional de Ludwig. Además de transmitirle
conocimientos musicales, Neefe dio a conocer a Beethoven las obras de los
pensadores más importantes, tanto antiguos como contemporáneos.
En 1782, cuando contaba con once años
de edad, Beethoven publicó su primera composición titulada “Nueve variaciones
sobre una Marcha de Emst Christoph Dressler (WoO 63). Un año después, Neefe
escribió en la Revista de Música acerca de su alumno: <<Si continúa así,
como ha comenzado, se convertirá seguramente en un segundo Wolfgang Amadeus
Mozart>>. En junio del siguiente año, Ludwig es contratado como músico en
la corte del príncipe elector de Colonia, Maximiliano Francisco, por
recomendación de Neefe. Esto puesto le permitió frecuentar la música de los
viejos maestros de capilla, además de facilitarle la entrada en nuevos círculos
sociales, en los que se encontraban algunos de los que serían amigos suyos
durante toda su vida, como la familia Ries, los von Breuning (en cuya casa
conoció a los clásicos y aprendió a amar la poesía y literatura), el violinista
Karl Amenda o el doctor Franz Gerhard Wegeler (con quien años más tarde
viajaría a Viena).
El primer viaje a Viena.
Beethoven encuentra una vía de escape
de la presión familiar en 1787 cuando, con 17 años, marcha a la capital
austriaca apoyando por su mecenas, el conde Ferdinand von Waldstein, quien
sufragaba los gastos del viaje y, lo más importante, le convence de sus
posibilidades de éxito. Parece que durante el viaje a Viena tuvo lugar un fugaz
encuentro con Mozart. En relación a este encuentro, solo existen textos de
discutible autenticidad. De cualquier modo, la leyenda dice que Mozart había
dicho: <<Recuerden su nombre, este joven habrá hablar al mundo>>.
Al poco tiempo, su madre enfermó
gravemente y su padre le pidió por carta que regresara a Bonn inmediatamente.
Murió finalmente de tuberculosis en 17 de junio de 1787. Tras este hecho, su
padre entró en una depresión y su dependencia del alcohol se incrementó,
llegando a ser detenido y encarcelado por este hecho. Tras esto, el joven
Ludwig tuvo que responsabilizarse de sus jóvenes hermanos y se vio obligado a
mantenerlos, tocando el violín en una orquesta y dando clases de piano durante
cinco años, mientras que su padre seguía preso. Su padre falleció finalmente el
18 de diciembre de 1792.
De aprendiz a maestro.
En 1792, el príncipe elector de Bonn
volvió a financiarle un viaje a Viena, ciudad en la que permaneció el resto de
su vida componiendo, tratando de alcanzar un reconocimiento social a su persona
por medio del arte y sufriendo un mal particularmente terrible para él: la
sordera. Allí Beethoven recibió clases de composición con Joseph Haydn, de
contrapunto con Johann Georg Albrechtsberger y Johann Baptist Schenk y de
lírica con Antonio Salieri.
Durante este período tuvo varios
duelos musicales con otros pianistas. El primero fue en 1792, durante un viaje
con la orquesta de la corte, en el cual tocó con Franz Sterkel, ejecutando
obras de dicho compositor. En 1800, tuvo lugar el famoso duelo (en el Palacio
de Lobkowitz) en el que Daniel Steibelt lo retó a que tocasen juntos. En dicha
ocasión, Beethoven tomó partituras de una obra de este, modificándolas al mismo
tiempo que las iba tocando, con tanta gracia que Steibelt declaró que no
volvería a Vienna mientras Beethoven viviera allí y abandonó la ciudad, radicándose
en París.
Con veinticuatro años publicó su
primera obra importante: tres tríios para piano, vilín y violonchelo (Opus 1) y
el año siguiente, en 1795, realizó su primer concierto público en Viena como
compositor profesional, en el que interpretó sus propias obras. Ese mismos año
le propuso matrimonio a Magdalena Willmn pero esta se negó. Posteriormente,
realizó una gira por Praga, Dresde, Leipzig, Berlín y Budapest. En 1796 publicó
tres sonatas para piano (Opus 2). La corte, la nobleza y la iglesia vienesas
acogieron la música de Beethoven y se convirtieron en mecenas y protectoras del
joven músico. Eran frecuentes las disputas entre estos estamentos y el
compositor, debió al carácter fuerte e impulsivo del músico, pero este hecho le
hizo granjearse un gran respeto en la ciudad. Entre sus mecenas se encontraban
personalidades como el príncipe Karl von Lichnowsky y el barón Gottfried van
Swieten. Por esa época se desligó de Haydn, con el que no coincidía
musicalmente pero a quien, a pesar de esto, dedicó los tres tríos.
En 1800, Beethoven organizó un nuevo
concierto en Viena en el que realizó la presentación de su Primera Sinfonía. Su
actividad musical iba en aumento y también impartió clases de piano entre las
jóvenes aristócrata, con las que mantuvo romances esporádicos. Al año
siguiente, Beethoven se confesó preocupado por su creciente sordera a su amigo
Wegeler. En Heiligenstadt, el año siguiente escribió el conocido Testamento de
Heligenstadt, en el que expresa su desaparición y disgusto ante la injusticia
de que un músico pudiera volverse sordo, algo que no podía concebir ni
soportar. Incluso llegó a plantearse el suicidio, pero la música y su fuerte
convicción de que podía hacer una gran aportación al género hicieron que
siguiera adelante. En dicho testamento escribió que sabía que todavía tenía
mucha música por descubrir, explorar y concretar.
Su música inicial, fresca y ligera,
cambió para convertirse en épica y turbulenta, acorde con los tiempos revolucionarios que vivía Europa.
Eran años en que las potencias monárquicas europeas se habían aliado para
derrotar a la Francia revolucionaria. En una deslumbrante campaña en el norte
de Italia, en la que el ejército austríaco fue derrotado, adquirió notoriedad
Napoleón Bonaparte, que se convirtió en un ídolo entre los sectores
progresistas. De esta época son la Sonata para piano No. 8, llamada Patética, y
la Sonata para piano No. 14, llamada Claro de luna. Su Tercera Sinfonía,
llamada la Eroíca, estaba escrita en un principio en <<memoria de un gran
hombre>>, Napoleón, que era visto en ese momento como un liberador de su
pueblo. Cuando se declaró a sí mismo Emperador, Beethoven se enfureció y borró
violentamente el nombre de Napoleón de la primera página de la partitura. La
Eroíca se estrenó finalmente el 7 de abril de 1805.
Éxito y sufrimiento.
Muy pronto, Beethoven dejó de
necesitar los conciertos y recitales en los salones de la corte para
sobrevivir. Los editores se disputaban sus obras; además, la aristocracia
austriaca, quizás avergonzada por la muerte de Wolfgang Amadeus Mozart en la
pobreza, le asignó una pensión anual. Debido a la pérdida de sus capacidades
auditivas, se entregó a una febril actividad creadora, y, a la par, sufrió
penalidades personales producidas por dos desengaños amorosos. No llegó a
casarse nunca, pero se le atribuyen varios romances, sobre todo entre damas de
la nobleza. Antoni von Birkenstock, casada con el banquero alemán Franz
Brentano, fue uno de los grandes amores de su vida.
Entre 1804 y 1807, estuvo enamorado de
la joven y bella condesa Josephine Brunswick, viuda de Joseph Graf Deym. Su amor era correspondido por parte de la
condesa, pero este no pudo concretarse debido a las rígidas restricciones
sociales de la época y la estricta separación entre la nobleza y el vulgo, por
lo que la relación cesó. Durante este período, Beethoven había terminado
“Leonore”, su única ópera. Compuso hasta cuatro oberturas diferentes y
finalmente cambió el nombre de dicha ópera a Fidelio, en contra de sus deseos.
El 20 de noviembre de 1805 fue la fecha de la primera presentación, que tuvo
poca afluencia de público, ya que esa misma semana las tropas de Napoleón
habían entrado por primera vez en Viena. En los años siguientes, Beethoven
incrementó su actividad creadora y compuso muchas obras, entre ellas la Quinta
Sinfonía, la Sinfonía Pastoral, la Obertura Coriolano y la bagatela para piano
Para Elisa.
Sus apariciones en público eran cada
vez más infrecuentes. El 22 de diciembre de 1808 Beethoven dio uno de sus
últimos conciertos en vivo, en una larga jornada que incluyó el estreno de la
Fantasía para piano, orquesta y coro Op. 80, las sinfonías Quinta y Sexta, el
Concierto para piano No. 4 Op 58, el aria Ah pérfido! Y tres movimientos de la
Misa en do mayor Op. 86. Tuvo como alumno al archiduque Johann Joseph Rainer
Rudolph, hermano del emperador, y eventualmente se convirtió también en su más
grande benefactor. En 1809, Beethoven no estaba conforme con su situación en
Viena, especialmente bajo el aspecto económico. Entonces no estaba conforme con
su situación en Viena, especialmente bajo el aspecto económico. Entonces se
planteó la invitación de Jerónimo Bonaparte, para dejar Viena y trasladarse a
Holanda. Su vieja amiga la condesa Anna Marie Erdody, logró convencer a
Beethoven para que se mantuviera en Viena con la ayuda de sus más ricos
admiradores, entre los que se encontraban el archiduque Rudolf, el príncipe
Lobkowitz y el príncipe Kinsky, que ofrecieron a Beethoven una pensión anual de
4000 florines, lo que le permitió vivir sin preocupaciones económicas. La única
condición que le pusieron fue no abandonar la ciudad de Viena, condición
aceptada por el compositor. Dicha pensión lo convirtió en el primer artista y
compositor independiente de la historia, ya que anteriormente los músicos y compositores
(Bach, Haydn y Mozart incluidos) eran sirvientes en las casas de la
aristocracia, formando parte de su personal doméstico y componiendo e
interpretando según sus amos les pedía. En cambio, las condiciones del arreglo
al que llegó Beethoven con sus benefactores daban libertad al compositor de
componer lo que él quisiera, bajo demanda o no, y cuando él quisiera.
Fuente: wikipedia.